Cada instante exhilarante cuando uno juiego voleibol. Desde el primero hasta el último saque, usted se enamorará del ritmo acelerado y de la emoción de este deporte. La euforía que deriva de marcar un punto realizando un pico en el momento perfecto, no tiene precio. Sin embargo, este nivel de disfrute también conlleva unos riesgos. El voleibol puede ser un deporte extremo, ya que es facil lastimarse si no se tiene cuidado. Si se va de vacaciones a la playa y está planificando golpear la pelota, asegúrese de adquirir un seguro de viaje para voleibol para disfrutar de su experiencia sin preocuparse por las consecuencias de las lesiones.

La actividad

Un partido de voleibol se desempeña a un ritmo frenético. Tendrá que reunir toda su velocidad y agilidad para maximizar cada jugada. Obviamente, tendrá que hacer estiramiento y calentamiento antes de que el partido comience si no quiere aumentar inutilmente los riesgos de lesionarse.

La dinámica del juego depende mucho de la coordinación de manos y ojos. Para tener buenos resultados, el jugador en la cancha tendrá que mantenerse altamente concentrado en todo momento. Al enfrentarse con un aversario experto, un jugador de voleibol podría encontrar le balón dirigiendose hacia él a más de 70 millas por hora (más de 110 kilómetros por hora). Una decisión de una fracción de segundo puede cambiar el resultado de un partido. Tiene que estar atento y en alerta, esto lo agotará físicamente y mentalmente al final del partido.

Riesgos

Ya que el voleibol se considera un deporte extremo, las lesiones forman parte del juego. La mejor manera de prevenirlas es prestando atención y siendo prudente.

Largas sesiones de juegos intensos pueden esforzar sus tobillos y rodillas. Dar un sólo paso en falso puede conllevar un esguince de tobillo y al menos dos semanas de reposo. Si no se tratan adecuadamente, las lesiones de tobillo pueden afectar las rodillas, que a su vez se pueden convertir en roturas de ligamentos y fracturas que requieren meses de inactividad.

Tendinitis del manguito rotatorio, dolor de hombro y dolor lumbar son lesiones comunes en el mundo del voleibol. Esas molestias interferirán notablemente con su capacidad de moviemiento y pueden tardar semanas en curarse. Seguir jugando con esas lesiones está fuera de cuestión. Para evitar sufrirlas deberá encontrarse en buena condición física y no esforzarse demasiado.

La mayor parte del juego en el voleibol implica saltos y movimientos rápidos. Asegúrese de brincar y aterrizar de forma correcta, ya que de no ser así podría lastimarse un tobillo o una rodilla.

Por supuesto, lidiar con una lesión es una tarea complicada, especialmente cuando viaja al extranjero. Se requiere mucha fuerza mental para afrontar una lesión, aun más si es grave. En un momento así, lo último que necesita es preocuparse por sus finanzas. Ergo, necesita conseguir un plan de seguro de viaje para voleibol para protegerse de los imprevistos.

Plan de seguro

Aunque esté jugando un partido amigable con sus compañeros de viaje, conseguir un seguro de viaje para voleibol debería estar en su lista de prioridades mientras está organizando su viaje. Las facturas médicas por cuidado de lesiones en un país extranjero podrían costar una fortuna. A parte del estrés causado por la lesión, este inconveniente no sólo arruinaría sus vacaciones, sino que también le causaría aun más angustia. La mayoría de los planes de seguro de viaje convencionales no proporcionan cobertura para lesiones sufridas durante la practica de deportes peligrosos o extremos. Si su seguro tampoco lo hace, necesitará adquirir una cobertura adicional de seguro de viaje para voleibol para quedarse en absoluta tranquilidad.

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